La luz Vive En Esta Casa

Aquí en Estados Unidos, cada año se celebra el día de Halloween. Aunque la fecha oficial es el 31 de octubre, las decoraciones empiezan varias semanas antes.

A finales del 2024, una tarde mientras pasábamos por un vecindario cerca de casa, mi hija dijo en voz alta: “Ya quiero que llegue la Navidad para que entre un poco de luz; todo se siente muy oscuro y me hace sentir rara.”

Me impresionó, porque con solo siete añitos, sin saberlo, ya podía percibir la opresión espiritual en el ambiente.

Especialmente el año pasado, muchos se esmeraron en exagerar las figuras más feas. Varias casas recrearon cementerios en sus patios delanteros: jardines llenos de ataúdes, esqueletos y todo lo ridículo imaginable. Pero días después, cuando llegó la temporada navideña, literalmente se sintió como si una tela negra invisible se quitara de la atmósfera.

Con toda la pasión y el gozo, nos esmeramos en decorar con toda la luz posible quienes rechazamos Halloween. Pusimos colores, brillo, luces, estrellas, ángeles, pesebres, regalos, música llena de vida… ¡luces y más luces!
La Navidad llegó como un aire fresco de libertad, como un mensaje simbólico que gritaba: LA LUZ VIVE EN NOSOTROS Y EN NUESTRAS CASAS.

La Navidad representa la conmemoración de la historia más bella. En la Biblia, es el recuerdo del nacimiento de Jesucristo: el cumplimiento de la profecía y el inicio del plan redentor de Dios para la humanidad. Representa el inmenso amor de Dios por el mundo y su regalo de salvación a través de Jesús, quien vino a la tierra como un niño humilde para expiar los pecados de la humanidad.

Es una temporada para aprovechar. En lugar de rechazarla, debemos fomentar la paz, la armonía, el compartir entre familia, amigos y vecinos… y con alegría dar gracias a Dios por amarnos tanto al enviar a Jesús, y por bendecirnos con el amanecer de cada día.

Jesús fue y es Luz, y esa luz ahora debe brillar a través de los creyentes de todas las maneras posibles y en cada oportunidad. En el diario vivir, no solo en las fiestas especiales.

Tengo mucho más que podría escribir, pero para no extenderme, aquí va la intención de este Té con Lilly:

Primero: No juegues con la oscuridad, ni en Halloween ni en ninguna otra fecha. Cuando coqueteas con la oscuridad, invitas confusión, pleitos, depresión, ira, pensamientos suicidas y todo lo malo que habita en ella—el espacio favorito del diablo. Desde las series o películas que miras, hasta los pensamientos que entretienes en tu mente y la música a la que prestas tus oídos. No juegues con la oscuridad.

Segundo: Si no creciste con esta cultura de Halloween, no empieces ahora a copiar lo que no conoces solo por querer aparentar que estás “en la onda”. No todas las costumbres son dignas de imitar.

Tercero: No importa cuánto hayas debatido si Cristo nació en diciembre o no, o si la Navidad es una fiesta pagana o no… suelta el argumento y toma estas fechas como una oportunidad para brillar un poco de luz junto con tu comunidad.

Únete a los que simbólicamente gritan: LA LUZ VIVE EN ESTA CASA.
Muchos lo han hecho por años, quizá sin verlo de esta forma, pero te aseguro que donde hay mucha luz, al diablo no le gusta estar.

La próxima vez que veas un árbol cubierto de luces brillando en un jardín o a través de la ventana de una casa, sonríe y míralo con otra connotación.

Por último: Todo está en la motivación con la que hagas las cosas.
Si vas a gastar lo que no tienes solo para decorar mejor que tu vecina, o por competir o presumir, no vale la pena. Pero si celebras con el sentido correcto, entonces, ¡hazlo con todo! Hazlo con gozo y no dejes pasar la oportunidad de disfrutar y agradecer a Dios por sostenerte con su gracia durante este año que ya termina.

DISFRUTA LA NAVIDAD Y CADA DÍA QUE DIOS TE DÉ EN ESTE LADO DE LA ETERNIDAD. 🎄✨

Con amor,

Lilly Goodman

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¿Y aparte de cantar, no predicas?